Por Alberto Sladogna[1]
Para salir del pozo hay que dejar de cavar
Proverbio en chino
Paco Ignacio Taibo II dio a conocer un sueño (La
Jornada, 4 de diciembre: "Las señales del futuro invierno"). Paco
escribió:
"En la noche sueño con que he perdido mis
zapatos negros. Alguien me los quitó y tengo que caminar descalzo por las
calles. Es un sueño absurdo, obsesivo. Supongo que tendrá que ver con las fotos
de los zapatos abandonados después de la matanza de Tlatelolco o con aquella
manifestación del 26 de julio de 1968 cuando los granaderos nos cercaron en la
calle de Palma y durante un cuarto de hora estuvieron macaneando al grupo de
estudiantes que éramos. Se alejaban, volvían, se acercaban a las primeras filas,
toleteaban y se retiraban. No teníamos salida y el millar de nosotros se hacía
bolita pisándonos. Y entonces perdí un zapato ¿El sueño es una advertencia?
¿Retornan los oscuros tiempos? Tendremos que pararlos."
Acepto su invitación, el sueño me concierne y cierne junto a otros. Si, cada
sueño es un sueño compartido y con partida, no hay sueños individuales, los
sueños son del colectivo. La serie de parágrafos previos al sueño son su
introducción. Paco Ignacio asocia el sueño con los hechos y las personas que
como él participaron de los acontecimientos del 1/12/2012. El sueño es un tema
del colectivo que no es nada más que el sujeto de lo individual.
¿Cuál es el tema? El sueño lo indica: "En la
noche sueño con que he perdido mis zapatos negros. Alguien me los quitó y tengo
que caminar descalzo por la calles". Supongamos, sin conceder, que como
decía Freud el sueño "siempre" remitiría a un deseo infantil
reprimido. En efecto, en un momento de la vida comenzamos a caminar descalzos, fuimos puestos de pie, nos erguimos luego, de
pronto, alguien nos colocó zapatitos o tenis o huaraches. Sí, sabemos que
otra/os siguen descalzos, otra/s sólo siguen con huaraches o algo parecido, si
bien les va.
En la ciudad "caminar descalzo" implica
una experiencia inédita: la polis, la ciudad, es una jungla de cemento a la
cual nuestros pies no están acostumbrados, deberán dar pasos nuevos sin
zapatos, sin estar calzados. Paco Ignacio Taibo II asocia con Tlatelolco y con
el 26 de julio de 1968 donde fue cercado por granaderos quienes lo macanearon y
lo toletearon. Paco no asocia eso con ningún grupo de "provocadores"
o "infiltrados"-disque pagados de a $300.
El sueño que Paco comparte es claro: estamos
descalzos, nos sacaron los zapatos, no estamos ni calzados ni fajados ante lo nuevo.
Se trata de comenzar a caminar de manera inédita al margen del conjunto de los
políticos, sus partidos, sus movimientos verdes o morenos, esos zapatos los
perdimos, nos los sacaron, se cayeron. Se trata de un caminar advertido de que
el camino no es apto para los pies descalzos, ni para los antiguos zapatos, se
trata de seguir caminando sabiendo que enfrente está Goliat, para hacerle
frente ¿Cómo caminar descalzos? Es
simple: no hay que olvidar que se trata de Goliat y que ante él lo peor es
tener esperanzas pues ellas conducen al desierto donde se queman los inocentes
pies desnudos.
Publicado
originalmente en Blog de izquierda:
http://www.blogdeizquierda.com/2012/12/perder-los-zapatosperder.html
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